Dos años

Dijimos va. No hicimos reuniones previas ni nada por el estilo. Sólo discutimos el nombre y dijimos va. Capote ha de llamarse. Ya llevamos dos años y hemos publicado incontables textos (no diré cuantos porque esto no es un informe) de quienes pensamos tienen algo que decir. Lejos de convencionalismos y de la corrección política tan castrante en estos tiempos de distopías.

Creemos en un lenguaje honesto. No creemos en lo políticamente correcto. No creemos en el lenguaje institucionalizado para “visibilizar” a las minorías. No creemos que el lenguaje recorra al centro a los que están en las orillas. Para ser más directo: no creemos que llamando sexoservidoras a las prostitutas les ayude en algo, sino en todo caso, políticas públicas que les garanticen acceso a la salud. Políticas públicas que combatan el tráfico de mujeres (cada vez más jóvenes) justo para eso. Para no tener que nombrarlas aunque sea con un eufemismo.

Llamar a las cosas por su nombre sin el corsé ni del Estado ni de organizaciones que se han arrogado el derecho de decir cómo nombrar las cosas. Tampoco creemos en el lenguaje forzado que no le da género a la gente. No porque no creamos en la inclusión, sino justo por eso. Y porque en estos tiempos de correcciones y de persignados creemos que irrumpir con un lenguaje claro siempre será mejor.

Creemos que apartarnos de allí, del lenguaje fácil dictado desde el status quo o de los redentores de la inclusión siempre será más honesto. No creemos en la discriminación. Ni en la mofa hacia el otro. Y nuestros textos, los textos que publicamos y queremos seguir publicando, buscan el respeto a las diferencias de todo tipo sin dejar de ver la realidad diaria. Sin renunciar a nombrarla por su nombre.

No sé si lo hemos logrado, pero siempre lo seguiremos intentando. El debraye libre y el ensayo librepensante. La crónica honesta desde la primera persona sin la presunción de reinventar nada. La opinión vivaz de quien cree tener un punto sin buscar imponerlo. Sin querer tirar netas. En fin. La palabra diversa como diversos somos.⚅

[Foto: Gonzalo Pérez]