Cómo es que nunca te hiciste rico, dicen que le dijo alguien a David Espino. Y es cierto: no es ni será adinerado. Lo sé bien porque lo conozco. También lo sé porque pasa lo mismo conmigo: Yo tampoco lo soy. Ni lo seré.
No voy a tirarme al suelo para decir que vivo en la pobreza extrema. No es así. Soy un multichambitas, gano lo necesario para vivir y me he dado cuenta que para vivir no necesito mucho.
Hace 25 años, cuando empecé en el periodismo, recorrí casi todas las redacciones de los diarios de Chilpancingo que había en esa época, que por cierto, eran muchos. Me pagaban una miseria. Algunos ni siquiera me pagaban. Conocí a bastante gente. Varios de ellos ahora se han convertido en prominentes empresarios de la comunicación, han engordado la burocracia dorada o de plano acabaron como politiquetes tardíos. Les complace desayunar con funcionarios, tienen varios autos o un jugoso convenio con el gobierno en turno. Casi todos ellos, también, siguen sin saber diferenciar un verbo regular de uno irregular.
Cómo es que ellos sí son ricos y uno no. La respuesta es sencilla. Uno nunca ha querido serlo. Porque Espino podría tener varios autos si así lo quisiera: Solo basta que haga el trabajo que como periodista nunca ha querido hacer: Hincarse al poder.
Por supuesto, eso no va a ocurrir. Lo sé porque lo conozco.
Hace muchos años alguien me dijo que yo era un soñador. Lo dijo en tono peyorativo, claro. Me auguró una disfunción bursátil y consideró que mis aspiraciones de vida no me llevarían a ningún lado. En aquel momento me ofendí, porque estaba tratando de explicar que mi prioridad no era el dinero, sino una voz propia, un estilo. Con los años, el sentido común me hizo entender que hice lo correcto. Aún no encuentro un estilo, pero sí hallé la certeza de que la riqueza no está en desayunar con funcionarios, en tener varios autos o una abultada cuenta bancaria. Eso solo se llama tener dinero. Nada más. La riqueza es otra cosa.
En una de sus cartas, Séneca dijo a Lucilio lo siguiente: “Considérate feliz cuando todo nazca para ti, de tu interior, cuando al contemplar las cosas que los hombres arrebatan, codician y guardan con ahínco, no encuentres nada que desees conseguir”.
Ese es tipo de riqueza que busco: la de no desear nada.
Y pues tal vez tenían razón: solo soy un soñador. ⚅
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