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¿Por qué no es así?

  • Paul Medrano
  • 21 abr
  • 2 Min. de lectura

Por segunda vez tuve la oportunidad de asistir a la UANLeer, es decir, la feria del libro convocada por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Lo relevante no fue mi presencia, claro, sino el tamaño de la actividad que organiza una universidad pública.

Si bien podría parecer una feria universitaria común, lo cierto es que estamos frente a un mega festival en torno a la lectura y la escritura, con cientos de invitados nacionales y extranjeros. Una intensa semana con más de 200 actividades programadas y una logística precisa que cuida cada detalle.

La UANL aprovecha la ocasión para promocionar su extenso catálogo editorial, que abarca poesía, narrativa, periodismo, ensayo, pintura, arquitectura, música, literatura infantil y decenas de títulos más, producto de premios que sus facultades convocan o de su riguroso consejo editor. La Editorial de la UANL (donde, por cierto, hay varios guerrerenses publicados), encabezada por el escritor Antonio Ramos Revillas, se ha consolidado como un amplio ventanal hacia lo que se escribe en México.

La feria incluye exposiciones, conversatorios, presentaciones, mesas, cine, estands, congresos y una variada oferta editorial condimentada con editoriales públicas y privadas.

Y al ver todo eso, me preguntaba por qué en Guerrero no ocurre algo así. Por qué la Universidad Autónoma de Guerrero no hace algo así. Por qué no está publicando. Por qué no se suman a estas iniciativas por la lectura. Por qué no convocan a premios. Por qué ni siquiera tienen un catálogo editorial serio. Por qué a su rector le interesa más develar estatuas en su honor, concursos de oratoria en su honor, que toda la grilla universitaria se haga en su honor. Por qué.

Naturalmente, no hablo de replicar la UANLeer. La UAG no tiene el capital humano ni económico para hacerlo. Vamos, ni siquiera les veo interés.

Con una décima parte de esa feria, el estado podría ser otro. La Universidad podría ser otra. Incluso, el rector podría ser otro (u otra). Aunque, pensándolo bien, toda esa inacción tiene un origen: hacen todo lo posible para que nada cambie. Para que todo siga igual. ⚅

[Foto: Gonzalo Pérez}

 
 
 

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